Los protectores auditivos
son sólo una parte de un programa de conservación auditiva. En un buen programa
es fundamental tener un conocimiento preciso sobre los niveles de ruido contra los cuales se debe proteger. Con los datos obtenidos del estudio de ruido se puede determinar la atenuación necesaria. Si el ruido no se puede
controlar mediante el empleo de medidas de ingeniería y/o administrativas debe recurrirse al empleo de protectores auditivos.